
Una de las alegrías más grandes sucede cuando sin buscar y sin ánimo de comprar, porque te has pasado del presupuesto en rebajas, entras a una tienda y te encuentras con la compra del verano.
Y es que entras a Massimo Dutti desconfiada, más por afición que por puro convencimiento, porque sabes que tu talla es de las primeras en agotarse y solo quedan L, XL y 42 y 44. Así que dispuesta a olisquear...