Es innegable que estamos en época de bodas. A unas les toca sufrir más que a otras con eso de "la invitada perfecta": ¿Qué si no encuentro el vestido? ¿Qué si se llevan los tocados y no me atrevo? ¿Y cómo disimulo ahora todo lo que he ganado en el invierto si no tengo tiempo para la operación biquini? ¿Qué si me ciño al ortodoxo protocolo? Vamos, el día a día pero con el momento boda terrible.
Por ello, hoy os dejo esta selección de fotos de vari@s de los invitados a la última boda real, el enlace de Magdalena de Suecia. He de confesar que me esperaba algo más de glamour en una boda real pero quizá es que lo confundo con las alfombras rojas, o quizá será que todavía tengo en mi imaginario eso del el príncipe azul y la princesa y hoy no le voy a echar la culpa a Disney, que esa frase ya esa muy manida.
La verdad es que me ha sorprendido ver a invitadas que podríamos ser cualquiera de nosotras: con su tripita de más, con aquel modelito que no nos sentaba del todo bien, o como en el caso de Mette Marit de Noruega, con un vestido en el que me parezco a una abuela. ¿Quien la te ha visto y quien te ve?
También es cierto, que la elegancia se dejo ver de la mano de la mano de algunas nobles por matrimonio, como es el caso de: María de Dinamarca, princesa heredera de Dinamarca por matrimonio quien eligió el color coral rojizo y acertó en elegancia y en protocolo. En cambio, Marie Chantal Miller con su marido Pablo de Grecia, una de las invitadas más elegantes vestida por Chanel pero de blanco.
Y con ello debo añadir que la mayoría de las invitadas se saltaron el protocolo en cuanto a colores se refiere, y aunque algunas iban elegantemente impecables, sus vestidos se podían confundir a menudo con el de la protagonista del enlace, craso error.
Pero a pesar de este detalle, para mi destacó sin duda Tatiana de Grecia, muy guapa con un vestido escote palabra de honor en forma corazón y de gasa azul cielo, aunque no acertara en el color. Pienso que fue mucho peor el caso de Gela Nash, la mujer de John Taylor, del grupo Durán Durán, quien decidió ir de luto a la boda de Magadalena de Suecia. Muy poco apropiado para una boda real.
¿Y para vosotr@s, quién os gustó más? ¿Cómo os enfrentáis al temido reto de la invitada perfecta?
Have fun ladies!
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